lunes, 18 de junio de 2012

Motivos y temas

Desde el punto de vista temático, la escritora y profesora Sylvia Lago observa en su libro Mario Benedetti: cincuenta años de creación, ciertos motivos recurrentes a lo largo de la obra del escritor uruguayo, que se entrecruzan en los distintos niveles genéricos (novela, cuento, poesía, teatro, y también sus hibridaciones), y configuran “tópicos ineludibles para la comprensión del complejo entramado de las relaciones humanas” (Lago 27), identificables a lo largo de toda su obra.

-La soledad, del hombre desamparado en el vacío existencial de una época inclemente, donde desaparecen las apoyaturas psicológicas y ontológicas (una paradoja fundamental de la novela moderna: el hombre solo en la sociedad o incluso en contra de la sociedad, pero casi nunca en la sociedad.

-La muerte: desde diferentes manifestaciones, desde su interrogante metafísica hasta las instancias más cercanas y concretas de la cotidianeidad.

-El amor. Visto a veces desde una perspectiva pesimista donde los focos del vivir enajenado impiden su plena realización Pero también entendido, ese amor, como un proyecto de salvación, sea en el intercambio de subjetividades como en aquel que impulsa al sujeto a hacerse uno con la colectividad).

-La opacidad de la existencia rutinaria, sujeta a situaciones sociales que promueven la alienación en un mundo ordenado absurdamente.

-La inautenticidad (“fallutería” o “hipocresía”) contamina ciertos ámbitos sociales, y tiene que ver con el envilecimiento de las relaciones humanas (coincide con el retrato de la clase media sumergida en la frustración, sujeta al burocrático mundo oficinesco:  la rutina, la monotonía, el aburrimiento, la vida automatizada y maquinal del trabajo diario.)

-El hastío y la vacuidad, que impulsa muchas veces a los personajes a la tragedia del sinsentido (locura o suicidio).

Para el abordaje particular que hemos ensayado en nuestras clases, aquel que indaga acerca de la relación específica entre Benedetti y Montevideo, es decir, entre Benedetti y la construcción discursiva de una ciudad que funciona como imagen identitaria de una sociedad, nos hemos concentrado en el primer Benedetti, en su primer periodo de producción, aquel que podríamos establecer (un poco caprichosamente) entre su primer libro, La víspera indeleble (1945) y La Muerte y otras sorpresas (1969). Las obras que hemos escogido como representativas de esta etapa son: Montevideanos (1959), como acercamiento a su cuentística, y Poemas de la oficina (1956), como acercamiento a su poesía.

Algunos de los puntos principales que hemos trabajado son:

1. Benedetti encuentra en la ciudad, específicamente en la realidad capitalina, la idiosincrasia del ser nacional.

2. La ciudad no solamente es escenario de sus poemas, cuentos y novelas, sino que es tematizada en sus ficciones, convirtiéndose muchas veces en su verdadero protagonista.

3. La ciudad modela a sus personajes, los transforma exterior e interiormente, estableciendo silenciosos y subterráneos vínculos con su subjetividad y su afectividad. Sus espacios, sus ritmos, su tiempo vertiginoso, su paisaje sonoro, lleva inevitablemente a quien la habita a transformarse de forma inconsciente, o involuntaria, en un rostro anodino, en un transeúnte anónimo, desconocido para la mayoría, sin voz y sin nombre.

- La ciudad aísla a sus habitantes: el tema de la incomunicación.

-La ciudad es espejo de sus personajes, ellos encuentran en el paisaje urbano verdaderas exteriorizaciones de sus sentimientos y emociones.

-La ciudad es la expresión, o materialización, más genuina de toda una clase social. Para Benedetti, la ciudad es ícono de la clase media. Su crecimiento es paralelo al crecimiento de la ciudad. En cierta forma, es la clase media quién la produce. Ella cumple una función protagónica:  Su punto de vista es el de un lúcido observador de la clase media urbana, a la vez como parte de ella y como un crítico acerbamente distanciado de sus mitos, cegueras y conformismos” (Oviedo, José Miguel. 2001: 244).

4. La ciudad como palimpsesto, un lugar donde se imprimen y superponen diferentes temporalidades. El Montevideo que fue, el que es, y el que podría ser: la ciudad evocada, la ciudad experimentada, ciudad imaginada.


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